Para empezar, es vital precisar que cada persona es el reflejo de las creencias
que ha aceptado en el diario transcurrir, por ende, surge la necesidad
fehaciente de ser conscientes de analizar detalladamente la información que
aparece en microsegundos en un mundo de la hiperconexión a fuentes que arrojan
datos, postulados, hipótesis, tesis, imágenes, dogmas culturales, ente otras.
Razón por la cual, se plantea la siguiente premisa: la filosofía de vida es una
construcción que se hace sin darse cuenta, que hasta en ciertas ocasiones se
elabora de forma pintoresca, popular.

Por otra parte, el fortalecimiento de la
gestión de las emociones en contextos donde los niveles de intolerancia son
altos, permitiría dar soluciones a los conflictos mediante un diálogo
concertado en el que las partes llegan a acuerdos mutuos. Para lo cual es
urgente incorporar en nuestro razonamiento aspectos como: aprender a tener una
escucha activa; respeta los puntos de vista de los demás, aunque no se esté de
acuerdo, cada persona ha creado unos axiomas internos modificados en su debido
momento; cuando alguien te diga algo no lo tomes como un ataque personal,
detente, piensa que es lo que te están recomendando; en los diálogos evita
siempre tener la razón, se invita a que se lleguen a consensos; no permitas que
las acciones externas tomen el control de tus emociones; céntrate en lo que
estás haciendo, disfruta la compañía o la soledad, aprecia todo lo que le
rodea.
En lo concerniente a la satisfacción de las
necesidades básicas, se recalca que somos responsables de construir el futuro,
para tal fin se parte de las circunstancias como lo son la clase social,
económica, cultural, entre otras, a raíz de estas va concretando acciones que
permitan ir cumpliendo la ruta del proyecto de vida. Traza las metas que sean
realizables, estudia, trabaja, viaja a lugares desconocidos, aprende,
desaprende. Se agradecido con lo que tienes, esfuérzate por mejorar en todos
los aspectos de la vida, no te juzgues fuertemente cuando algo no se puede
llevar según los términos planteados.
La percepción de la cotidianidad permite
reconocer el estado mental del individuo, un ejemplo se evidencia cuando
escuchas a alguien que se queja de todo lo que se presenta, pero no propone
alternativas de solución; hay sujetos que la mayoría de sus pensamientos
plantean dificultad, desacuerdos, etc. Lo que se pretende con activar la
higiene mental es modificar o reforzar paradigmas que se apliquen a los
distintos sucesos para que estos sean tomados como experiencias positivas, de
hecho, en el mundo del emprendimiento los fracasos es entendido como
oportunidades de aprendizaje.
María Elena Sánchez Gaitán
Psicóloga
Comentarios
Publicar un comentario